Cuando comenzó el año y arrancamos con fotografía parecía que la cursada seria tranquila, ir a fotografiar el lugar y retratar a otro fue una experiencia muy pujante por lo menos para mi que solo me había dedicado a fotografiar por gusto.
El retrato fue otra vara que saltar; ir a fotografiar el lugar para mi que siempre saqué por hobby me parecia algo monotono y sin mucho sentido, no veía en la cancha nada que llamase mi atención mas que el paso del tiempo. En el retrato había algo mas que mostrar, transmitir y por eso el obstáculo fue un paso mas alto.
Me tocó retratar a un tocayo mio, Fede.
Al principio fue todo un poco raro, no sabia quien demonios era este muchacho, tener que retratar a alguien de quien no se nada fue algo desafiante, así que decidí mostrar lo que yo veía y dejar que los demás imaginen o cuestionen, mientras yo retrataba su naturalidad de ser.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario